SILENCIO LLENO


Decir el silencio,
¿es posible sin romperlo?

Hoy el silencio
es naranja y vespertino,
con el mar.
En el cuerpo
escuecen las heridas en paz,
y el cansancio no tiene fibras ni terrores.
Ni la oración anda febril
estirando las palabras
para que encierren toda la vida.

¿Será esta calma,
la entrega de todo lo sufrido,
la apertura al agua de la vida
entrando por los poros,
la confianza sin estridencias,
los deseos sumergidos en tu abrazo,
la ansiedad de mi futuro
rendida a tus ritmos y sorpresas?

Benjamín González Buelta, sj

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